domingo, 15 de diciembre de 2013

Vestido de gris, como las piedras,
sucio de polvo como la Tierra,
confundido, tamizado por la luz verde que me traspasa,
un atardecer de monte me manchó de malva el espíritu
y borró mi sombra.

Ahora sólo la tengo si se la pido a un árbol y me la presta.

2 comentarios:

  1. Maravillosos versos, llenos de sentimiento, llenos de respeto y humildad, tan llenos...y sin embargo, aún permiten ser rellenados con lo que cada uno les quiera adicionar. Lo cerrado y lo abierto bajo una misma forma tan sugerente.
    Enhorabuena.
    Un abrazo

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  2. once años que no abría este blog y me sorprendo con estas palabras. Gracias. Gracias. Gracias

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