riman el verde brillante y el azul
salpicados de amarillo.
Riman los ojos con los atardeceres,
riman los latidos
con esa fuga lenta
de pájaros blancos río abajo.
Riman la noche y los sueños,
el hombre y el camino,
el amanecer y el trabajo,
el cansancio y el sudor.
Riman el hombre y la mujer
y las sombras del arroyo
y la sed y el vino,
y la alegría y los niños.
Riman la luz y la vida,
la mano y la tierra,
el agua y el fruto
y el Sol riman.
Y rima el aire:
quieto, en brisa o en viento,
con cuanto toca:
y todo lo acentúa,
constructor de formas,
de perfiles, de ecos.
con el árbol, con la mano,
con la Tierra, con el Sol,
con el trabajo del hombre al Sol
Y rima este poema con el sabor que ha dejado, sin más, en un corazón.
ResponderEliminarSolo sabría decír: gracias por compartir estos versos...la profundidad de la vida descrita con brisas.
Un abrazo